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martes, 6 de enero de 2009

Fin de la temporada navideña

Bueno, hoy termina oficialmente la temporada navideña 2008 con el asunto eso de Los Santos Reyes Magos (que en Tizimín son los santos patronos y por eso hay feria en la susodicha ciudad); en mi muy gusto personal, la temporada de las fiestas decembrinas se divide en tres etapas a saber: prenavideña (del 21 de noviembre al 24 de diciembre), la navideña propiamente dicha (del 25 al 31 de diciembre) y la postnavideña (del 1 al 6 de enero), y una vez pasado el Día de la Epifanía ya todo vuelve a la normalidad, hasta el Carnaval...
Pero sin embargo, aquí en Valladolid tenemos la Expo-Feria de la Candelaria, y como su nombre lo indica, es para celebrar a la santa patrona de la ciudad, la Virgen de la Candelaria, y eso será dentro de tres semanas a saber, y ya sí viven en la península, pues quedan cordialmente invitados (y a los que no, pues ingéniense para venir a Yucatán), pero mientras llega la Feria, hay que ver qué tanto hacer en este mes. Otra cosa es que mañana vuelvo a clases, y serán las dos semanas y media muy cargadas: exámenes, trabajos finales, libretas, informe de práctica, etcétera; Si todo sale bien, tendremos una semana de vacaciones del 26 al 30 de enero (que es cuando ya hay Feria) y volveríamos hasta el martes 3 de Febrero, cuando dé inicio el Sexto Semestre (claro, la única forma de tener que ir a la escuela en esa "semana intersemestral" es deber alguna lectura en cualquier materia, como les pasó a la generación anterior). Ojalá y nos libremos de ir a la "skool" sólo por algunos textos aburridos...

Bueno, para no aburrirles, he aquí un pequeño cuento que apenas ahora estoy creando, empecemos:
Erase un cruento día de verano, Apolinar Bobadilla sacaba agua del pozo que se encontraba a la entrada de su rancho, cuando de pronto, surgió de entre las aguas de su cubeta un extraño ser, diminuto en tamaño pero sumamente hermoso, o mejor dicho hermosa: era una preciosa hada, con su vestido de hojas y una ramita como varita mágica.
-¡Oh, que hermosura!- exclamó Apolinar, -Mira lo que he encontrado, de seguro podré pedirle muchas cosas gracias a su magia-. Luego continuó:
-¡Oh, santa hada, decidme si vos podeis concededme unos cuantos deseos para resolver mis problemas y mi paupérrima situación!- lo dijo con tanta ternura que de repente se le brotaron un par de lágrimas, a lo que la hada le respondió:
-¡Hijo de tu puta madre, ¿qué nadie me puede dejar en paz para bañarme?, ya van ocho pendejos que quieren mis superpoderes mágicos! ¡CARAMBAS!-

Ya si algunos de ustedes le inventan una moraleja al cuento, se los agradecería de antemano, gracias...
Au revoir...

3 comentarios:

Raisa Pérez dijo...

Que hay Pablo!!
su cuento, rifado como la india María en la tortillería!!!

(:

Que chingue a su madre la normal.

O que?

dispense mi vocabulario de trailero, pero es la neta, soy sensata y la normal ni pinta ni da color sin nosotros!!!

Un abrazo!

Sergio Segura dijo...

Que mala onda... ya regresamos a clases T_T, bueno pues ni modo ni que hacerle jee me voy.

Cuidate.

RODCAF-X dijo...

Eso no fue mamaHada, jejejeje, pero si estuvo de la FregHada. Yo creo que la moraleja seris: Deja bañar en paz a la gente o ayudales con el jabon, jajajajaja.

Saludos.

PD. Regreso a clases, Wakala !!!