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sábado, 19 de julio de 2008

I Have a Metroflog (III)

Para Pércival, el mero hecho de tener un metroflog era sinónimo de ser un inadaptado social, y no podía soportar ver a sus compañeros hablando de cuáles fotos subieron, a quienes firmaron, etc.
-Metroflog, ¿quién lo necesita? Eso es sólo para emos y homosexuales- mascullaba Pércival.


-Es bastante increíble que mis amigos estén locos por el metroflog, habiendo tantas cosas que hacer afuera, como jugar a las escondidas o ver a las mujeres pobres que no pueden costearse ni siquiera ropa interior que tanto vemos en las revistas escondidas de mi papá- pensaba el niño -O que por lo menos, visiten cosas más interesantes, digo, para eso está el "Yutub" o el Wikipedia, chales con ellos-
Al terminar la escuela, Pércival dedico el día para hacer las cosas normales que siempre hace un niño: hacer las tareas, los deberes de la casa, ver la TV (No se perdía Naruto para nada) y después de cenar, comenzó a checar los metroflogs. Es bien sabido que para criticar algo se requiere de bases que lo acredite, y en este caso es (¡gulp!) visitar algunos metros. Pércival sabe que sus críticas al metroflog serían inválidas si no demuestra cuáles metros representan lo peor del mundo, así que con todo se metió de lleno al ambiguo mundo del Metroflog.

-Veamos- se decía -Tenemos aquí a los últimos metroflogs, a los más visitados y al azar. Vayamos a los de azar-
Pércival checó algunos y vió el que supuso era uno de los malos. -Vamos a ver este- se dijo, y después lo revisó. Gran decepción, no era el tipo de metro que estaba buscando.
-Maldición, yo quiero uno en donde me haga sentir rabia e ira, no cosas comunes y corrientes- Esto decía Pércival puesto que es bien sabido que existen casos en donde para demostrar lo que el investigador quiere, pone los datos que favorezcan a sus estudios (en este caso, metros que sean considerados por Pércival como "moralmente dañinos a la sociedad internauta").
-Mmmm, esta cumple con los requisitos que yo necesito- Pércival Méndez checó la página y se encontró con el metro de una muchacha. -¡DIOS, ¿porqué escribirán con las patas?!- Se decía enojado Pércival.
Aunque estaba algo molesto, en realidad Pércival estaba contento puesto que al fin ya había encontrado la horma de su zapato. -Ahora esos son los metros que quería ver- se ufanaba el malévolo escuincle.
Revisó otra vez al azar y vió el metro de un "popular" canal de videos "musicales". -JAJAJAJAJAJAJAJAJ!!!!!- se carcajeaba Pércival -Pero que pendejos son, esos cabrones son tan nacos que para congraciarse con las masas requieren de un metroflog, JAJAJAJAJA....-
-Veamos esta- se decía -Mira nada más, vamos a checar sus fotos (...) ¡GUÁCATELAS BABUCHAS! Ese metro apesta- Se decía Pércival con un raro gesto entre indignación y alegre morbosidad.
El chamaco Méndez revisaba y revisaba los metros, algunos mediocres, pocos buenos, muchos pésimos y la mayoría malos (excepto claro que se metió a un metro que consideró el único metro con excelentes fotos, chequenlo aquí).
Después se topó con otro metro que inclusive le podrían dar la razón a Pércival Méndez. -¡ASCO! Este escribe peor que Rolga- acto seguido se vomitó en su propio cuarto.

Su horror se vió incrementado cuando vió metros de emos, payasos y americanistas. Esa noche, Pércival tuvo pesadillas...
Al día siguiente, en la escuela, sus amigos trataban de convencer que tuvieran un metro.
-Vamos Pércival Méndez, será divertido- le decía Oswaldo.
-Sí Pércival, por primera vez haz algo que te ayude a socializar- Dijo Rolga mientras le jalaba el brazo.
-¡NO, NO Y NO! ¡No tendré una cuenta de metroflog para socializarme! Para eso está el Xalaquia- (el "Xalaquia" es el nombre de una famosa disco de la ciudad).
En eso llega Estela en una actitud entre candorosa y coqueta: -Oye Pércival Méndez, honey, sweety honey, ¿porqué no creas tu propio metroflog?-
-Por que el metroflog es para emos y homosexuales, ¿cuántas veces lo tendré que decir?- replicaba Pércival.
-No estaría mal tener uno; si creas una cuenta, te ayudaremos a encontrar personas con una personalidad similar a la tuya y así podrán "effearse"- decía Estela mientras le acariciaba los mechones del cabello de Pércival.
-Mmmm, pus sí estaría bien, a ver si hoy creo mi cuenta de metroflog-
-¡Qué bien! Pus ahí nos vemos, tenemos que ir a nuestras casa, sale, nos vemos, bye cariño- Se despedía Estela acompañada de los demás
-Sí, sí- se decía Pércival, pero de repente su cara se tornó algo diabólica -Sí, crearé una cuenta de metroflog, pero no seré el joven Pércival Méndez, me haré pasar por un guapo muchacho de veintitantos años y escribiré mentiras y otras cosas, jaja-já, JAJAJAJAJAJAJA....- se carcajeaba Pércival ♫como un loco esquizofrénico en medio de la calle♫ (wow, hasta me salío cantado).

-♫¡Eufrosino!♫ Ya es hora de ir a la casita...- Era su madre, que había venido a buscar a Pércival.
-Ya voy mami- En eso comenzó a pensar -Sí, sí, que todos estén listos, porqué mañana van a conocer al joven que hará suspirar a las chicas guapas de la ciudad y del país, jajajajaja....-

Una semana después.
Estela y sus amigos estaban todavía charlando acerca del metroflog (a pesar que faltan unas semanas para las Olimpiadas de Beijing 2008) cuando en eso ven a Eufro..., que diga, a Pércival Méndez.
-Pércival, Pércival, ¿qué pasó con tu metro? ¿No nos has firmado? ¿Why honey?- Decía indignada Estela.
-Pos es que no hay tiempo, sabes, he tenido que hacer cierto deberes en la casa- Se excusaba Pércival.
Lo que nadie sabía es que Pércival se hacía pasar por "Gastón", un "apuesto muchacho de 25 años que le encantaba conquistar mujeres, tomar chelas y jugar basquetból" (al menos eso decía en el perfil de "Gastón": www.metroflog.com/BeAuTtY_gAsToN)

Claro, había chavos y chicas que se creían todo el rollo del tal "Gastón": lo habían puesto en sus favoritos, y le comentaba sobre lo chusco y lo chingón que eran sus fotos. Nadie sabía que Pércival Méndez se apoyaba de páginas web como el flickr para subir "sus" fotos ("Que malo soy, jejejej", se jactaba Pércival).

(continuará)

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